jueves, 29 de enero de 2015

El spa de Maximino el Tracio

 Os propongo un viaje en el tiempo.

Hace unos días visite las termas del Alto de Cividade, en la localidad de Braga (Portugal), las cuales fueron descubiertas en al año 1977, doy por supuesto que muchos de vosotros alguna vez habéis visitado uno de los spas de vuestra ciudad y que disfrutasteis de ese espacio, lo que os propongo es una visita imaginaria a un spa del siglo II. Me acompañáis, por favor.




   En realidad lo descubrí por casualidad, aquella mediodía soleada del mes de enero llegue a la ciudad de Flavio Bracara Augusta, ascendiendo por una colina hasta el alto de la Cividade, cuando llegue arriba,  justo a mi lado izquierdo se encontraban las instalaciones termales, estas ocupaban una superficie bastante importante y de forma rectangular  con una orientación noroeste-sureste. Entre por un pequeño pórtico con columnas situado en la parte sur, antes de acceder al atrio observe un pequeño jardín bien cuidado donde se encontraba una columna con su nombre esculpido "Termas de Maximino", el que fuera apodado "el Tracio", emperador que fue de Roma durante un trienio y que se lo paso haciendo la guerra contra todos los invasores que amenazaban su Imperio, fue el primer emperador proclamado por el ejercito y sin oposición del senado romano. Muy impopular, por los impuestos con los que sacrifico a la población civil para pagar a sus soldados y por los ajusticiamientos que hacia de inocentes al sentirse victima de las burlas que de él hacia el pueblo, tanto en fiestas como en actos públicos, por su gran corpulencia y altura, se decía en aquella época que padecía gigantismo.



Me senté en uno de los bancos corridos pegados al muro del apoditeriun (vestuario) para desvestirme dejando la ropa, junto con las sandalias y mis  pertenencias en una hornacina bastante profunda que se encontraba a la altura de mi cabeza, como no deseaba ser robado, ya que este espacio carecía de puertas, tuve que solicitar la atención del conductor (encargado) para preguntarle si dentro del 1/4 de as (moneda) que había pagado por la entrada, estaba incluido el servicio de un servus capsarius (asistente casual) que las cuidara durante mi estancia en los baños.
 Pronto  enviare uno, con una buena propina sera suficiente,  dijo.
 Observe los frescos que adornaban la bóveda del apoditerum mientras llegaba, todos ellos con un alto componente erótico, mientras escuchaba las propuestas del conductor,que trataba de venderme todos los servicios del establecimiento, este mes andaba justo de clientela ,supuse yo, al parecer esa mañana no había ido ninguna mujer y yo era el primero de los hombres en entrar  en ese turno. La verdad es que aunque le estaba escuchando, no le estaba prestando atención, mi atención era para la bóveda, fantásticas las pinturas. El seguía con su charla, que si me interesaba contratar también los servicios de un  balneador  (ayudante) para llevarme los útiles necesarios para mi higiene personal, que también contaba con tres unctor (masajistas) expertos con amplios conocimientos de los músculos del cuerpo y de aceites y perfumes y que ahora sus dos alpilus (depiladores) estaban de brazos cruzados, la verdad, no me apetece depilarme, quizás el masaje, - le conteste sin bajar la cabeza justo cuando llegaba el servus capsaurius.




Salí de esa zona caldeada del apoditerum por un estrecho pasillo para ejercitarme un rato en la palestra (campo de juegos) donde realice unas suaves carreras y me dedique a lanzar el peso y la jabalinas que allí se encontraban para mi disfrute, a la espera de que llegaras tú, si tú que me estas leyendo. Bienvenido, ahora ya somos dos para disfrutar de esto.
Juntos ya, tu y yo nos pusimos a trotar por el césped de la palestra mientras me explicabas  como se caldeaban estas instalaciones. En estas termas con la ultima reforma, se había mejorado mucho el hipocausto (sistema de calefacción),  habían construido otro horno y que el aire calientes producidos por la combustión de las maderas circulaba por debajo del suelo y por unos tubos de barro cocido, alcanzando casi unos treinta grados de temperatura.  Ahh!Es como la gloria ( sistema de calefacción que se utilizo en Castilla hasta la edad media).
Jajaja, nos reímos  antes de lanzarnos a la piscina de la palestra para quitarnos el sudor antes de empezar el circuito de baños.
Uff! Esta fresquita el agua.
 Que te parece ¿ nos salimos y empezamos el recorrido?
 Primero al tepidarium (piscina templada y cubierta) ,  fíjate -me dijiste- aquí en estas termas es rectangular, en otras del imperio es circular y esta adornado por los mejores marmoles y mosaicos, sobre todo las de Caracalla y Pompeya, y por cierto, este es el turno de los hombres, las mujeres vienen por la mañana.
-Yo creo que ya es suficiente, vamos al caldarium (cuarto caliente). Aquí nos sumergimos en una piscina con el agua calentita y con unas vistas veladas a la palestra. Cerre los ojos e hice volar la imaginación, antes de pasar al frigadarium (piscina de agua fría) donde verdaderamente me quede helado.
Supongo que tu también, en realidad estoy pensando que cuando salga de la zona de baños me tomare un buen zumo de frutas, quizás porque acabo de escuchar las voces de los pregoneros anunciándolos, ¡jaja! el baño me ha dado hambre y sed.
Salimos del frigidarium y de ahí ya reconfortados pero hambrientos, nos vestimos de nuevo en el apoditerium  y accedimos a la zona de servicios situada en la parte norte del edificio, donde existían varias tabernas que satisficieron nuestros deseos gastronómicos.


Los romanos rendían culto al cuerpo y por lógica a la higiene, en las termas se reunían personas de todas las clases sociales y su uso era fomentado por las autoridades, estos espacios aparte de lúdicos también eran pequeños complejos deportivos y contaban con otros establecimientos, como tiendas de baratijas, tabernas, bibliotecas y lugares para comer e incluso teatros, la mas grande era la de Diocleciano, que era visitada por unas 3000 personas al día.

En estas, al lado de las termas se encuentra también un teatro romano que aún no se ha terminado de descubrir por completo debido a la falta de fondos, etc, lo que ya se ha escavado permite apreciar la disposición del mismo, sobre todo de sus gradas. Cuando yo realice esta visita y mientras contemplaba todo este espacio arqueológico me hice esta composición mental.
 Hay veces que cuando visito un museo me siento como en un almacén, si es cierto que las piezas son valiosas y te indica donde fueron encontradas, etc, aunque a mi me gustaría verlas mejor en el lugar de procedencia, como en este caso. Suponer, bueno imaginar, que estas termas y el teatro se reconstruyen  preservando lo que hay y de nuevo se le devuelve el esplendor que seguro tuvieron. 



¿Que opinión tenéis vosotros?
¿Que os parece la idea?


 

viernes, 23 de enero de 2015

Croquetas

Cuando esta mañana abrí el frigorífico la luz de su interior me deslumbro, ocurre siempre que esta menguado de provisiones. Podría haber entrado en pánico al ver que lo único que conservaba eran unas sobras en un cuenco, un cartón de leche a medias y un huevo moreno que resaltaba en la huevera desafiándome, y digo que - resaltaba desafiándome-, porque si llega a ser blanco hubiera pasado desapercibido.
Me quede unos instantes valorando el panorama. Contemplar la nevera en ese estado, es una situación cotidiana para muchos personas, demasiadas...
Medite unos instantes.
Podría calentar el cuenco con las sobras, freír al huevo desafiante y beberme la leche, dejando así la nevera deshabitada. era una opción valida para mi estomago, lo se, porque emitió unos ruidos algo anormales que no puedo trascribir aquí.
Esos ruidos no me iban a amedrentar y como suelo ver siempre la botella o el vaso medio lleno, decidí darme un pequeño homenaje, mañana ya veríamos...
¡Hoy como croquetas!
Preparar unas croquetas invita a hacer una reflexión de vida, al menos a mi me lo pareció, mientras picaba una cebolla, por cierto, de las cebollas ya os he hablado en otra entrada a este blog, pensaba que estamos formados de pequeños trocitos y que uniéndolos todos ellos formamos algo maravilloso para los demás, es cierto que habrá días en que esa amalgama no satisfaga a todos, bueno, somos croquetas no tenemos que gustar a todo el mundo.
Ohh! Siempre que pico cebolla me pongo algo sentimental.
Después de secarme las lagrimas con la manga del jersey y mientras sudaba la cebolla bien picadita en una sarten, a fuego bajo, corto en trocitos pequeños los restos de carne de un cocido que se encontraban en el cuenco, se pueden hacer croquetas de todo, la croqueta es la reina de las sobras de los grandes guisos, y hoy, yo la voy a hacer sublime, pienso mientras añado la carne a la cebolla.
Me animo mientras cocino, parece como si estuviera ya degustando el sabor final, claro que esta actitud no le suele satisfacer mucho a mi estomago, se muestra impaciente. Y algo ruidoso.
Trato de distraerlo después de añadir una pizca de pimientas a la mezcla y antes de adicionar la harina, llegado a esta parte tan importante de la besamel, me viene a la memoria mi amigo Jacinto, la besamel tiene que resultar "fluida" para inundar la boca con el sabor de fondo.
-¡Fluir!, es cierto, Jacinto.
Voy incorporando la leche despacio mientras remuevo la mezcla, no pueden quedar grumos, pienso, agitando las varillas.
Me doy muy conforme con el resultado después de haber introducido un dedo y haberlo relamido.
Perfecto!. Dejo enfriar la mezcla, mientras en mi boca permanece el sabor.
El tiempo que ha transcurrido en enfriarse lo he dedicado a Internet, por cierto, hay un día internacional de la croqueta, el 16 de enero, y aunque los españoles la hayamos hecho nuestra, digo esto porque no hay bar, restaurante, cocinero, abuela, madre, etc, ahh y yo, que la amamos y la degustamos, en realidad y contrario a lo que podría parecer como un descubrimiento culinario popular, fue inventada por nuestros vecinos franceses para dar de comer a su rey Luis XIV, es decir la primera receta de la que se tiene conocimiento.
En estas consultas me encontraba entretenido cuando vino a recordarme mi estomago que ya era hora de irle calmando, con lo cual no tuve más remedio que cascar ese huevo y ponerme a batir su desafió, ralle un poco de pan duro y me dispuse a tomar pequeñas porciones de masa que iba introduciendo en el huevo y posteriormente en el pan rallado, aquí es donde se fue formando el milagro de la multiplicación, al menos para mi. De una masa gelatinosa de trocitos carne, había conseguido 18 croquetas que en breve iba a freír.
Solo freí la mitad, es decir nueve, me gusta este numero, sera quizás por el sentido humanitario que entraña, o puede que  por la generosidad. Es un numero cabalístico de los mas poderosos, simboliza la luz interior, el idealismo.
Ahí estaban  nueve croquetas, doraditas y crujientes, las otras nueve... las reservo para ti, si tú, o tú...

¡A comer!

 "las croquetas deberían tener hueso para que pudiéramos llevar la cuenta de las que comemos"
                                                                       (Ramón Gomez de la Serna)


viernes, 16 de enero de 2015

Convoy

    Esa mañana sentí un golpe de aire frío golpear mi rostro, no se de donde procedía, la ventana continuaba cerrada al igual que la persiana que aislaba la estancia. Fue como el golpe de aire que produce un abanico.

Vuelvo a cerrar los ojos.

Antes de ayer fue martes y por azar del calendario 13, llovía, el pez seguía flotando en la ridícula piscina azul del patio inferior, de vez en cuando el viento lo agitaba. Me he dado cuenta de que esta solitario y parece que es inmune a las inclemencias del tiempo. Es de color naranja y sus ojos de plástico creo que me miran sonriendo.

No creí que se fuera nunca.

Abro los ojos. Esa chica sigue llorando mientras observa la pantalla del teléfono, a veces se sorbe los mocos, produciendo un estraño ruido. Gimotea, justo cuando una lagrima golpea la pantalla, rápidamente frota el telémovil contra su pantalón mientras con la otra mano se sube las gafas para ajustarlas al puente de la nariz.
Me sumo de nuevo en la oscuridad.

No tengo recuerdos del día anterior, ni tan siquiera de las horas siguientes al golpe de aire, puede que le diera un beso.

Elevo un poco mis parpados, el anciano que permanecía dormitando frente a mi, se ha despertado y no recuerda donde esta, se agita nervioso y mete las manos en los bolsillos, no se que busca, revuelve en su abrigo y saca unos papeles algo arrugados, los observa mientras cuchichea algo ininteligible para mi con su acompañante. Su acompañante me mira abriendo los ojos para llamar mi atención mientras continua con el teléfono pegado a su oreja. Tiene unos ojos brillantes. Yo, elevo los hombros trazando una interrogación. No sonrío. Acabo de percibir el temor de ese anciano, he captado su preocupación. Siguen hablando en voz baja. Los tres. Ella me vuelve a mirar y sonríe mientras desliza la mano libre para acariciar el torso de la del anciano. Le oigo respirar con alivio.

Aún permanecía en la cama cuando salí de casa amortiguando mis pasos para no despertarla.

El joven que ésta de pies lleva una gorra visera que me gusta, me pregunto donde la habrá comprado, permanece estático frente a la puerta, se mira el pecho y recompone su chaqueta y la bufanda azul casi del mismo tono que la visera que cubre su cabeza afeitada. Percibo que se siente elegante y a mi me gusta su gorra.

¿Bese su mejilla?

La miro de frente sin bajar la vista mientras ella camina hacia el joven de la gorra, tiene un parecido inquietante a una tía de mi ex-mujer.
Un sonido hidráulico trae consigo una ráfaga de aire frió.
Se alejan de mi vista a través del cristal esmerilado de gotas de agua.
El anciano se apretuja contra el abrigo, también ha sentido el aire frío. Su acompañante sonríe y continua susurrando a través del móvil, ahora ya se de donde viene el fulgor de sus ojos.

Había mañanas que no la besaba. Aquellas, que la sentía acostarse tarde y que deslizaba sus pies acercándolos a los míos tratando de no despertarme con su frialdad.

La joven ha dejado de llorar y ahora desliza sus dedos por las paginas de una agenda escolar, curiosamente sin ninguna anotación, la devuelve al bolso y suspira frente al móvil, percibo sus ojos húmedos a través de los cristales de sus gafas y su tristeza.
Se acerco a mi por la espalda y le entregue el tique. Gracias, me respondió alejándose dos pasos mientras agitaba un manojo de llaves pequeñitas.
Una mujer madura revuelve en una bolsa de supermercado, escucho el sonido del plástico, saca una loncha de queso y la dobla varias veces antes de introducirla en su boca. El bolso se desliza de sus rodillas para chocar contra el suelo, lo recoge, en una funda de tela vuelve a introducir los envases de las pastillas, reconozco el de las aspirinas.
Hoy no me he afeitado.

Aquella mañana tampoco, lo sé porque  era sábado.

La chica que esta a mi lado se ha quitado los cascos y se ha incorporado justo cuando yo recogía la mochila, en ese instante el convoy se detuvo.
De nuevo una ráfaga de aire frío entro en el compartimento y empujo mis pensamientos hacia el fondo.


Y tus pensamientos, ¿ donde van cuando viajas en tren?

"Es la mente la que crea el mundo que nos rodea y aún cuando nos encontremos juntos, parados en la misma pradera, mis ojos nunca verán lo que los tuyos contemplan y mi corazón nunca se agitara con las emociones que conmueven al tuyo." (George Gissing)



viernes, 9 de enero de 2015

En pijama.

Hay fines de semana que no me quito el pijama.
Me pregunto si os ha pasado alguna vez a vosotros también.
Hay días de esos, que cuesta levantarse de la cama, bueno, levantarse no, más bien cuesta salir de casa, y no por miedo al exterior.
Esos días parece que se establece una rutina un tanto oscura ,o quizás, quede mejor:" te sientes solo y vas a afrontarlo". Te levantas de la cama y el mayor esfuerzo que haces es servirte un café que se queda frió mientras ya estas recostado en el sofá frente a la tele. Aunque en realidad no la estas mirando, la has encendido y cambias de canal en canal con una mano y con la otra estas  manipulando el móvil.
El café sigue en la mesa, al alcance de tu vista, no de tus manos, destemplado seguramente.
Tu cuerpo decide inconscientemente liberarte una mano, que acercas a esa taza de café, ya fría, pensaste que estaba caliente,¡ no!. Estaba caliente cuando le diste el primer sorbo en la cocina, ¿recuerdas?  ya llevas media hora cambiando de canal, tus redes sociales están dormidas, o mejor dicho han salido a la calle, al campo, a la ciudad, a la playa, y tu taza de café favorita, sí, esa en la que te lo sirves día tras día , ¿desde hace cuando?. No importa, te gusta, verdad.
Ya no le das un sorbo, como hiciste en la cocina, te lo bebes todo, y vuelves a dejar la taza justo al lado del mando de la televisión, el cual vuelves a cojer.
Sí, ahora le prestas atención a la tele, ves el león en una sabana inmensa,¡ no!, las noticias de ayer, ¡no!, los dibujos animados,¡ no!, la peli esta, a ver, ¡uff!, me perdí el principio, ¡no!, este coloquio, ¡no!, el indice,¡ no!, la programación, un momento, aquí te detienes y te das cuenta que la película que te podría interesar empieza dentro de una hora, es decir, a mediodía.
Ahora sí, has tomado consciencia del tiempo, ¡verdad!.
Y de repente te entran ganas de dar otro sorbo a la taza de café, porque crees que no se ha enfriado, porque supones que no han pasado dos horas desde que te levantaste, porque esta ahí, porque es tu taza. Y tu no recuerdas haberte bebido el contenido.
Porque quieres tomarte el café antes de que empiece la película, porque crees que es hora de desayunar y va a empezar una sesión de cine matinal.
Y ya sabes que hoy no vas a cocinar, ¡no! hoy es sábado o domingo, que mas da.
Tienes algunas sobras de ayer, ¡ayer! -piensas. Bueno, cualquier cosa me vale, luego lo preparo, tengo tiempo.
Has cogido tu taza y la miras como si esperaras que se llenara con tu visión.
Sigues en pijama, de camino a la cocina con tu taza, te miras en el espejo del cuarto de baño que se asoma a ti para que veas la imagen que tienes, en realidad no te importa, estas en pijama y aun no vas a salir.
En el fondo quieres salir,¡ pero!, aún estoy en pijama, la película parece interesante, me tendría que arreglar, no me ha llamado nadie, mejor luego.
Todos estos pensamientos se están generando en tu cabeza mientras miras tu móvil, tu ordenador. Y estas mirando tu móvil o tu ordenador esperando que alguien te saque de casa, que alguien te invite a deshacerte de ese, en pijama. Aunque... primero el ¡pero! y ahora.. ¡aunque!, aunque seguramente le dirás que no, que van a pasar una peli interesante..., que mejor después de comer..., que aun estas en pijama.
¡Maldito pijama! , parece que se ha pegado a tu piel, estas cómodo, ¿verdad?
Y cuando llegas al salón, después de todas estas tribulaciones en la cocina mientras mirabas el fregadero, donde por cierto, tu taza no esta sola, resulta que la peli que en un principio te iba a retener ya ha empezado.
Ya no capta tu interés, y te preguntas que tan solo has ido un momento a la cocina, que tu cocina esta ahí, no a tres paradas de autobús, ¿como es posible?.
Apagas la tele y enciendes el equipo de música, y coges ese libro que te esta gustando, dispuesto a entretenerte un ratito antes de comer.
Porque luego, ¿ luego?,  ¡sí! después de que hayas comido, ya te quitaras el pijama.
Y empiezas a leer, lees, aunque de vez en cuando deslizas tus ojos al móvil, ¡no! no esta apagado, pero lo parece.
Y de repente te entra hambre y haces un esfuerzo hasta la cocina, para calentar cualquier cosa de ayer, y decides que mejor comes en la cocina, que así nada mas que acabes limpias la loza.
Y te preparas un café, ¡sí! servido en tu taza recién limpia y regresas al salón.
¿No te ibas a quitar el pijama?
¡No! después de las noticias, y enciendes de nuevo el televisor, y piensas que prácticamente son las mismas noticias de ayer, parece que están pegadas igual que tu al pijama. Que son tan habituales como tu taza.
Y de nuevo el león aparece en la pantalla, ¡no! ahora también hay elefantes, ¡no!, este concurso, ¡no!
ya vi un poco ayer, ¡no! , ¡fútbol! ¡noooo!, es una de mis rarezas, y de repente ¡zas! aquí empieza una película, bueno, en realidad ya la vi hace unos años, y te pones a ver una película que ya has visto, porque si te llama alguien no te importara dejar de verla, ya sabes el final.
Y vuelves a cojer tu taza y de nuevo el café esta... ¡frío!
Y la película se acaba y el sol de este día de invierno ya se esconde, y te levantas y te desperezas, para observar por la ventana que las farolas están a punto de encenderse, que el trafico es un poquito mas intenso, que hay gente que pasea hacia casa y que tu,¡ tu sigues en pijama!.
Y ahí, vuelves a tomar consciencia del tiempo, en ese momento que el ordenador te anuncia que tienes un nuevo mensaje, que los últimos rayos de sol se van de la ventana de tu salón, que el móvil despierta de su letargo.
Y te empiezan a llegar fotos, mensajes y la misma pregunta:
-y tú, ¿que has hecho, donde has ido?
y tu, aprovechas el ultimo rayo de sol para localizar el interruptor de la lampara, mientras meditas una respuesta...
-bueno yo... y te tomas un tiempo tras un suspiro, para escribir, -no he salido-.
Y el ordenador se inunda de ¿y eso? ¿y eso?
-bueno yo... estoy en pijama.
Y ahí justo en ese instante en el que has contestado, te das cuenta de que: si que te apetecía salir, aunque solo hubiera sido un rato, ¡pero! todos tendrán planes, no hemos quedado, y si molesto, estará con alguna ocupación.
Si, es cierto, no llamo, no pregunto, no me informo y hay fines de semana que yo me quedo En pijama.
Este post sale hoy viernes y tú... ¿mañana en pijama?




martes, 6 de enero de 2015

Camino de Reyes

A primeras horas de la mañana salí de la ciudad de Evora que empezaba a despertarse por la zona del mercado de abastos, para llegar después de unos kilómetros, a la ciudad de Montemor o Novo, lo que me interesaba no eran sus arrabales, sino la Iglesia de Santiago dentro de sus murallas y por suerte para los visitantes felizmente recuperada y adaptada como centro interpretativo del castillo.
En este castillo se dice que Vasco de Gama culmino sus preparativos para su viaje a la India. Al igual que otros historiadores relatan la historia de que los Marqueses de Montemor o Novo apoyaron a Colon en su viaje a América.
Dentro de las murallas del castillo se encuentran a parte de la referida Iglesia de Santiago, otras construcciones, por desgracia espoliadas y ahora derruidas, que le confieren al lugar algo singular.
De la iglesia de Santa Maria do Bispo de origen medieval apenas quedan ya vestigios.
Caminando por entre las ruinas, por unos paseos habilitados fui tomando conciencia de la importancia que debió de tener esta ciudad en tiempos medievales. El espacio que antes ocupara el monasterio femenino de la Orden Dominicana, en la actualidad es un centro multidisciplinario de artes escénicas, bajo la dirección de Rui Horta, y que se denomina "Espacio Tiempo"

Después de una gratificante mañana, paseando intramuros de esta ciudad medieval y que cuenta con un gran proyecto artístico y colaborativo me dispuse a enfrentarme de nuevo al asfalto, para desplazarme a la ciudad de Alcobaça.

Esta joya del arte gótico cisterciense, donde la pureza de este arte, te abruma, sin mas, es como estar desnudo dentro de un edificio inmenso, te sientes pequeño y a la vez puro, limpio como sus paredes y columnas.
Aquí descansan los restos de D. Pedro I y D. Ines de Castro, amante de D. Pedro y que fue aclamada reina después de su muerte. Cada uno de ellos se encuentran en unas capillas laterales, D. Ines a la Izquierda y D. Pedro a la derecha, tal y como dispuso este ultimo en su testamento, pues lo primero que quiere ver cuando llegue la Resurrección es a su amada. doña Ines fue asesinada en la Quinta las Lagrimas en la ciudad de Coimbra y aprovechando que el infante D. Pedro se encontraba de cacería.
El porque de su asesinato, intrigas políticas, Don Pedro estaba casado con Doña Constanza, con obligaciones de marido, pero no con caricias de amante, ya que se había enamorado de Doña Ines a la sazón dama de compañía de Doña Constanza, gallega y hermosa, a la muerte de Doña Costanza y para regularizar la situación con Doña Ines, con la que ya tenia cuatro hijos, a pesar de ser llamado D. Pedro el Casto, y no obteniendo el permiso de su padre Don Alfonso, decide casarse a escondidas con ella, tan a escondidas que pronto se entero toda la corte y su padre, contrariado, puso el grito en el cielo, ordenando el asesinato de Doña Ines a tres cortesanos, que la degollaron  en presencia de sus hijos. Lo que no calculo D. Pedro es que su hijo se levantara en armas contra él, y ademas sin tregua. No consiguió vencer a su padre en las diferentes batallas que ambos mantuvieron, pues D. Alfonso murió de anciano y D.Pedro le sucedió. Lo primero que hizo fue buscar a los asesinos de D. Ines, a dos de los cuales encontró y les saco el corazón aun estando vivos, a uno por el pecho y a otro por la espalda, mandándolos quemar después. No contento con esto, desenterró a su esposa, y ordeno que todos los cortesanos que antes le habían negado el beneplácito de su matrimonio, de rodillas le besaran la mano, el mismo tributo reclamo del pueblo en el traslado del cadáver hasta esta catedral de Alcobaça. Y aquí se encuentran ambos, esperando el día del juicio final," cuando resuciten los cuerpos y se incorporen, lo primero que verán los ojos de ambos sera el rosto del amado."


Y así recordando estas historias de intrigas palaciegas, amores y tragedias me alcanzo la noche.
Al día siguiente y sin detenerme en la cercana ciudad de Albujarrota, donde las tropas portuguesas derrotaron a las españolas, pues ya iba a ver la promesa que hizo D. Joao I si vencía a las tropas castellanas. me encamine a la ciudad de Batalha para contemplar el monasterio de Santa Maria de la Victoria, ordenado construir por D. Joao tras su victoria y en cumplimiento del voto hecho a la Virgen.

Pude recorrerlo todo, gracias a que los Domingos, se pueden visitar los monumentos gratis en Portugal, cosa que es de agradecer.
Lo curioso es que tiene una parte que llaman Imperfecta y que no esta concluida, supongo que de ahí el nombre.
Como ya era tiempo de ir finalizando este viaje, y aun quedaban unos cuantos kilómetros, di por terminada mi visita a este monumento y salí de la ciudad camino de Oporto.
Los caminos se hacen impredecibles y como consecuencia de ello fui a parar a Montemor o Velho, una vez mas en este periplo me di de bruces con un castillo.
El castillo en un principio, perteneció a D. Ramiro I de Asturias, allá por el año 848, para ir pasando a través de los años tanto a reyes españoles como portugueses. De aquellos años de D. Ramiro es una conocida leyenda, la de los "degollados de Montemor o Velho", más esta ya os la contare en otra ocasión, cuando vuelva por estas tierras.
Aquí doy finalizado mi periplo, por estas bellas ciudades, llenas de historia, de reyes y reinas, de amores y traiciones, cuantos siglos he contemplado y cuan grata ha sido la visita.
Puse rumbo a Oporto, y como colofon a este viaje la luna me regalo una bella estampa desde los embarcaderos de Ilhavo.

El amanecer del 2015

Si decidí acabar el año con un magnifico atardecer y no preocuparme de mas celebraciones es porque considere que me encontraba satisfecho y esas fiestas de fin de año y a mis años ya no acaparaban tanto interés, con lo que no hubo despedidas, ni brindis, ni uvas de ningún tipo.  Si el año anterior lo despedí contemplando el atardecer en Penha Garcia, el Año Nuevo lo recibí contemplando el amanecer desde las silenciosas y apacibles calles de Idanha la Nova, dispuesto a continuar el viaje, pues embutidos en historias de Templarios y reyes Visigodos seguro que alguna sorpresa me daba el camino.
Sin un rumbo cierto y mas bien dejándome llevar fui a dar a la localidad de Vila Velha de Rodao, desde donde pude contemplar el Tejo (Tajo) desde el castillo del Rey Wamba, sucesor de Rencesvinto, y aclamado como rey popularmente por unos y bajo amenaza de muerte por otros como suele suceder en estos menesteres de la historia, acepto el reino y fue coronado en la ciudad de Toledo, y según la crónica que de esa coronación hace el obispo Julian de Toledo, una vez ungido con el oleo sagrado, salio de su cabeza una abeja, símbolo de felicidad venidera. Aquí en este castillo se sitúa la leyenda de la" maldición de Rodao" y que como no podría ser de otra forma se produce por los amores  entre una reina cristiana y un rey moro que construye un túnel por debajo del río para encontrarse con su amada y con la que se fuga, perseguido por el rey Wanda, esta es condenada por sus amoríos a perecer lanzandola desde el castillo, parece ser que por donde cayo no volvió a crecer la hierba y la maldición que profirió antes de su descalabro quedo en estas tierras asociada: "nesta terra nao havera cavalos de regato, neu padres se ordenarao e putas noa faltarao"
 Desde el Castillo del rey Wamba y de nuevo por una carretera enrevesada me dirigí a la aldea de  Nisa, por donde pasa el camino de Santiago Portugués en estas tierras alentejanas, y cuyas casas se caracterizan por una banda de color amarillo que las adorna.

Después de recorrer sus calles, siguiendo esas flechas amarillas que tantos recuerdos me traían y de nuevo por una carretera serpenteante entre las lomas alentejanas me dirigí a la bellisima ciudad de Marvao. En lo mas alto de un a atalaya estrecha se encuentran sus murallas, vigilantes y dominantes de esta sierra de S. Mamede, debe su nombre a los árabes que la poblaron y desde donde en días claros se alcanza a ver Extremadura.
Esta fortaleza que quería desafiar Al-Andaluz, creando un reino independiente se ha mantenido intacta durante más de diez siglos, pasear por sus calles empedradas de casas encaladas, blancas como la nieve, adornadas con balcones de hierro forjado y esas chimeneas tan alentejanas que las caldean los fríos días de invierno, resulta un placer para los sentidos.
Bien merece esta Marvao, suave, amena y agradable, una visita mas pausada, pues regocigandome de las vistas que me proporcionaba desde los baluartes, matacanes y garitas, ensimismado por el sol que se ocultaba y como proyectaba una sombra en tierras españolas por donde ya se elevaba la que seria la primera luna llena del 2015, me limite a disfrutar desde la atalaya de la vida.
Descendí de nuevo por sus calles estrechas, donde mis pasos resonaban, imaginando como había sido su pasado , ¿volvería yo a ese espolón rocoso?.


Sí, creo que volveré a este "nido de águilas" como también se la denomina a esta "muy noble y siempre leal villa de Marvao".
Ya de noche y desenredando la madeja de curvas me dirigí a Portoalegre para pernoctar. Poco que contar de esta ciudad que no visite, pero que en cambio me dejo el conocer a Paula, peruana, que se encontraba en el mismo Hostel que yo y que por casualidades del destino volvería a encontrar al día siguiente en la ciudad de Evora originando una anedocta para este Tarro de Recuerdos.
Después de desayunar en el Hostel Portaalegre, una casa solariega magníficamente atendido por el dueño, que con su amabilidad caldeo las frías estancias, emprendí rumbo a Estremoz, famosa por sus marmoles y donde el empedrado de sus calles brilla con el sol alentejano dando la sensación de estar húmedas. Su Castillo perfectamente preservado, quizás porque ahora es una Posada Real, reluce en lo alto de la ciudad como un faro.
Aquí nació D. Francisco  Melo de Portugal y Castro y aunque su origen es lusitano estuvo al servicio de la Corona Española, siendo Virrey de Sicilia, Gobernador de los Países Bajos y Virrey de Aragon, y del cual noticias tengo gracias a haber leído las aventuras de D. Diego Alatriste, que tanto me gustan y donde se desgranan pasajes de esta historia nuestra magníficamente por la pluma de Arturo Perez Reverte.
Deje Estremoz al mediodía con un cielo limpio, soleado y agradable de temperatura, como si de un día primaveral se tratara para dirigirme pausadamente a Evora, por una carretera entre campos verdes de pasto, plagados de alcornoques numerados y de olivares.
Evora era una de esas ciudades que tenia pendientes de visitar, de curiosear.
Y en cierta manera, me encontré un poco defraudado, quizás esperaba mas de ella, también es cierto que esto me suele pasar con otras ciudades o lugares que descubro anticipadamente en la red, sin haber estado en sus calles físicamente. En realidad no me sorprendió, ni tan siquiera otro de sus espacios mas visitados como la Capela dos Ossos.
La anécdota que tengo para esta ciudad, es que a pesar de estar llena de turistas me volvía a encontrar con Paula de una forma fortuita, revisando la información turística, descubrí que cercano a la ciudad había unos monumentos megalíticos, y eso, si que era una novedad para mi, así que sin demora me encamine hacia allí, para disfrutar de un atardecer y de esa primera luna de enero que ya casi era llena.
El solo hecho de encontrarse en el centro de estos círculos concentricos formados por piedras dispuestas por alguien en el sexto milenio antes de Cristo impresiona, si a eso le unimos el atardecer en esa pequeña loma inclinada hacia el este con el sol despareciendo y la luna proyectando las sombras de los monolitos, la sensación que se tiene es indescriptible. Fueron unos momentos muy agradables, llenos de magnetismo los que pude disfrutar en el Crómlech de los Almendros.
De nuevo me despedí de Paula, y como se suele decir que no hay dos sin tres, la volví a encontrar pasadas un par de horas, en un café haciendo tiempo para su partida, quizás la conjunción astral de ese día estaba a nuestro encuentro, como dije antes se encontraba haciendo tiempo para la partida, su autobús salia a las 23,30 en un principio y según se había informado de la estación de auto carros de Evora, al día  siguiente debería cojer un vuelo para su tierra. Suponiendo que la estación se encontraba alejada, nos dirigimos hacia allí, en animada charla sobre las culturas incaicas y otras curiosidades de su país, por suerte llegamos justo a tiempo de informarnos que su autobús no partía propiamente de la estación,porque esta se cerraba durante la noche, sino de una calle cercana y que gracias a ese tercer encuentro, ya ni se si fortuito, ella pudo cojer su autobús y su vuelo rumbo a Perú.
Nos despedimos nuevamente y me encamine de nuevo al centro de Evora, con un pensamiento "buen camino" y una enorme satisfacción.

lunes, 5 de enero de 2015

El atardecer del 2014.

Justo a finales del 2014 emprendí un viaje por tierras portuguesas donde las piedras hablan de leyendas, configurando a la misma vez unos paisajes llenos de misterio, en un periplo de seis días, me deje guiar por el afán de conocer algunos lugares nuevamente y descubrir otros, la mayor parte de las veces por carreteras preñadas de curvas.
Este caminar trazado en un mapa se convertiría en un dibujo abstracto a medida que fueron situándose los puntos de parada, de la invicta Oporto como punto de partida, en la fría mañana del  30 de diciembre parto hacia la ciudad de Guarda, que me recibe nuevamente con un sol tímido y frío y donde mi cuerpo solo adquiere calor a través del ejercicio resultante de ir ascendiendo por las innumerables escaleras que me llevan hasta su centro histórico, no en vano es la ciudad portuguesa de mayor altitud. Primera parada de esta aventura que comienza, para admirar su catedral, ordenada construir por Sancho I de Portugal, siguiendo la petición del Papa Inocencio III de transferir la diócesis de Egitania, de esa construcción original que se supone fue románica nada queda. Lo que admiro es el resultante de varias obras que concluirían en el siglo XVI, finales del gótico portugués y ya con una clara influencia manuelina.

 Salí de Guarda con el nombre de Egitania resonando en mi interior, para dirigirme una vez mas a la ciudad de Belmonte, siempre que me acerco a la ciudad del descubridor de Brasil, hago una parada en la Torre de Centum Cellas, esta construcción imponente resulta maravillosa al atardecer.
Del constructor de Centum Cellas nada se sabe, se da por supuesto que son los restos de una antigua villa romana de un noble llamado Cecilio, en el camino entre Bracara Augusta (Braga) y Emérita Augusta (Mérida). Disfrute un rato de estas piedras que me intrigan y antes que se pusiera el sol continué mi camino para ascender a Belmonte, donde se asentó gran parte de la comunidad judía después de ser expulsada de España por los Reyes Católicos. Aquí nació Pedro Alvares Cabral, descubridor de Brasil, de forma fortuita y que paso a formar parte de las posesiones de la corona portuguesa gracias al Tratado de Tordesillas. Por ello, este navegante es responsable del hecho que los habitantes de Brasil, hablen portugués y no español.
Los judíos que se asentaron en Belmonte y muchos de los cuales acompañaron a Cabral, tuvieron una estancia pacifica en esta pequeña ciudad hasta 1497, año en que el rey Manuel, decide convertirlos a todos por la fuerza y fueron arrastrados a las pilas bautismales del reino. A pesar de ser convertidos, sufrieron el acoso de los cristianos viejos y como no de la Inquisición portuguesa hasta 1820 que fue abolida. Gracias a las mujeres judías de Belmonte , que asumiendo el papel de "rezadeiras" (sacerdotisas) guardaron, memorizaron y enseñaron todas estas tradiciones del pueblo judío hasta nuestros días, tenemos conocimiento de esta comunidad Cripto-Judía en las estribaciones de la Serra da Estrela.
Con la luna apareciendo ya en el horizonte llego a la ciudad de Sortelha, y a su anillo fortificado, ciudad medieval que recorro en silencio por intramuros, ensimismado por su callejuelas me alcanza la noche.
Me alejo de Sortelha, llevando mi secreto, "Si tienes un secreto que no quieres ver escrito en el viento a nadie se lo debes contar, en el corazón lo debes guardar" y sin ganas de comprobar este dicho como hizo Jose del Frijol con lo que su padre le dijo.
Noche cerrada ya era cuando llegue a Idanha a Nova y merecido descanso me fue otorgado en la magnifica Posada de Juventude de esta ciudad.
A la mañana siguiente, subí hasta las ruinas del castillo templario para admirar las vistas que desde ese lugar se tienen del río Ponsul.
Establecido el nuevo rumbo, me dirigí a Idanha a Velha, en una agradable mañana como de primavera anticipada este ultimo día del año, haciendo una pequeña parada en el Barragen de Carmona.

Y hacer una rápida visita a Nuestra Señora de Almortao, esta Virgen del Alentejo que da la espalda a Castilla para no ser española, según dice el cancionero popular de estas tierras, y según canta Teresa Salgueiro, voz del grupo Madredeus para los aficionados al cancionero popular.


Como en la mayoría de los casos de estas santas apariciones, esta virgen aparece en el campo y recibe su nombre por aparecer en medio de una especie arbórea llamada mirto o arrayán, y que el cristianismo asocia con el sentido de pureza y fidelidad para coronar a los nuevos cristianos, recordar que estamos en tierras donde también vivieron árabes y judíos, a fin de cuentas las leyendas se van entremezclando en los lugares, para los griegos esta planta estaba asociada a Afrodita y simbolizaba la fecundidad y la fidelidad.
Con la protección de la Sra de Almortao, llegue a Idanha a Velha, para maravillarme de entrar en una autentica aldea medieval, fundada por los romanos, sobreviviente de las invasiones germánicas, convertida en sede del obispado con los visigodos, y su conocido rey Wamba, Templaria durante mas de un siglo, tanta historia concentrada en tan poquito sitio.
Entrar y recorrer sus calles es acercarse al pasado, para mi resulto introducirme en un puzle de piedras e historia.
Su catedral, el mas enigmático ex-libris de esta bella aldea data del siglo VI, y esta construida sobre las ruinas de la ciudad romana de Egitania y donde coexisten diferentes estilos arquitectónicos de la cultura paleo-cristiana, visigoda y de la baja y media edad.
La torre  militar o del Homenaje fue construida por los templarios y como curiosidad es que se encuentra erigida encima de un podium romano posiblemente dedicado a Venus.
Las murallas de forma ovalada fueron construidas entre los siglos III y IV.
Agradable resulto encontrarse entre estos muros, con tantos vestigios de civilizaciones antiguas, de historias y de anécdotas como la del reloj de sol que Quintus Tallius dono a los Igeditanos para que tuvieran noción del discurrir del tiempo.
Deje atrás estos vestigios de tiempos pasados, en este caso con la convicción de que algun día volveré, si mi tiempo me lo permite.
El siguiente punto en el mapa era la aldea de Penha Garcia, aquí deseaba hacer un breve paseo por la ruta de los fósiles, pues en mi anterior visita había quedado como pendiente, y aprovechar que discurre por una zona de antiguos molinos. Penha Garcia también se erige en un risco dominado por otro castillo templario.

El paseo a pesar de lo abrupto del terreno circundante se hace muy cómodo y me recordó algunas estampas que tengo gravadas en mi memoria de un pequeño rincón de mi tierra.
El sendero va discurriendo entre pequeños molinos, que aprovechaban el agua del río Ponsul, en esta garganta por donde discurre, y que nos hace retraernos unos 500 millones de años, a los albores de la vida, un viaje en el tiempo, para observar lo que los lugareños llamaban "serpientes pintadas" .
Después de este disfrute, pausado entre molinos y fósiles, volví a ascender por las empinadas calles para disfrutar de lo que seria el ultimo atardecer del año.
Y así, de esta forma tan natural, en silencio, bañando de atardecer, di por concluido y agradecido el 2014.