Existen días que amanecen grises, por extrañas circunstancias, que se han apagado el atardecer anterior y el alba no los ha iluminado, esos días, a mí, tan solo me apetece mirar, observar el fluir de mi alrededor en silencio. Hoy ha sido uno de esos días grises.
Esos días me detengo, en silencio. Observo mi espacio...
mis apegos...
mis amores...
mis sinsentidos...
en silencio...
dejo fluir mi vida, en silencio, siendo espectador, en silencio...
Imagino en mi interior las tempestades y la calma...
sin buscar alabanzas...
ni conflictos...
me quedo parado, gris en mi interior...
dándole vueltas a mis sentimientos de incomprensión...
a mi alma de niño, que pinta un pato y el adulto solo ve un río...
a mis cosas buenas y malas, escritas todas en un papel, navegando conmigo...
esos días, dejo tan solo a mi silencio hablar... fluir...
y yo sentado, detenido en mi interior, buscando la palabra de escritor, la rima de poeta, la sutil pincelada de un pintor, la delicadeza de un escultor...
tan solo quiero mi silencio.
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